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VUELTA A LA NORMALIDAD, ¿QUÉ NORMALIDAD?

Día del Mundo Rural



ANÁLISIS, NUESTRA NORMALIDAD
Después de tres meses del comienzo del encierro obligatorio de toda la población y ahora que se empieza a disfrutar de una mayor libertad de movimientos vamos a analizar de nuevo la normalidad, nuestra actual normalidad. Sabemos que este "corto" periodo de tiempo ha estado lleno de desconocimiento, noticias falsas, aprendizaje, desaciertos, errores, improvisación, buena voluntad y trabajo duro de los que realmente están resolviendo la crisis sanitaria. Decepcionante la actitud de muchos políticos que lejos de unir fuerzas solo quieren obtener rentabilidad electoral.

Mi reflexión es sobre el futuro que nos espera después de que pase todo esto. La mayoría de las personas dirán que volveremos a la "normalidad" y es ahí donde tenemos mucho en que pensar y meditar. ¿Qué normalidad queremos?
Porque la "normalidad" sería volver a disponer de trabajo, seguir pagando nuestra hipoteca, préstamo, suministros, compras y alimentación, pero también seguir disfrutando de nuestro ocio, viajes, vacaciones, fines de semana en la playa, comprar todo lo que se me antoja, seguir yendo en coche a todo sitio, tirando nuestros envases en cualquier acera o cuneta.
Es a lo que nos alienta la publicidad de estos días en los medios patrocinado por las grandes empresas: "ya estamos aquí facilitándote las cosas para que puedas seguir consumiendo como si no hubiera un mañana"

Y me atrevo a afirmar que la "normalidad"  próxima será diferentes y que la "normalidad" que conocimos no la volveremos a ver, esa llegó a su cúspide en el año 2008. 


REFLEXIÓN, PRONTO VOLVEREMOS A LA NORMALIDAD
La primera cuestión es cómo  salir de esta "epidemia global" con el menor de daño posible en cuanto a las pérdidas de vidas humanas.
La crisis sanitaria implica un replanteo profundo de nuestro sistema de salud, preparado para cuidar a una población relativamente sana que requiere de diagnosis, tratamientos e intervenciones quirúrgicas y después rehabilitación, incluyendo prestaciones económicas para aquellos que estén de baja, ya sea temporal o permanente.  Es para lo que está diseñado y ajustado a los mínimos costes posibles disminuyendo progresivamente las inversiones y animando a la privatización del sistema. 
Crear unas infraestructuras permanentes para estas crisis dotada de edificios, equipamientos y personal será excesivamente costoso y difícilmente asumible por nuestra economía. Por tanto, más bien será tener una estrategia de guerra, disponiendo de medios móviles que puedan ser desplegados en cualquier ciudad en muy poco tiempo según unos protocolos establecidos e implicando a profesionales en reserva o comodín, como el ejército. O simplemente hacer uso de otras infraestructuras existentes para incrementar los espacios sanitarios, como polideportivos, hoteles, salas de exposiciones, explanadas, u hospitales móviles de campaña, dotados de servicio energéticos y sanitarios. Hacer grandes inversiones en equipamiento es seguro un desperdicio, varios años después de su adquisición quedarán obsoletas o no serán útiles para otro tipo de virus o infecciones. 
La falta de disposición de equipos de protección nos lleva a una primera conclusión, ahí que fabricarlos en nuestro territorio. Me pregunto cómo vamos a mantener una industria capaz de producir millones de piezas en varios días y que en condiciones normales solo venderá decenas de miles. Siempre está la posibilidad de almacenarlos para cuando se pueda producir en el futuro (como ocurre con el petroleo, que siempre hay unas cantidades en reserva estratégica), que estoy seguro que se seguirán produciendo acontecimientos similares, al menos ésto pronostican los científicos especializados en el cambio climático. 
Por otra parte habría que establecer la especialidad en la facultades de medicina o que formen parte del currículo formativo. El caso es que deberíamos tener una gran cantidad de nuestras enfermeras y médicos con formación específica para combatir y protegerse de las pandemias, situación muy diferente a la que se enfrentan en su labor diaria. 

Ante este dilema,  pienso que como sociedad tenemos varias opciones:

1. Volver a la normalidad, o sea al sistema consumista 

Volvemos de nuevo a "nuestra normalidad" para refeccionar desde el encierro forzado en que todos hemos tenido conciencia de lo realmente importante en estos días, que no es otra cosa que la salud, disponer de alimentos suficientes, la importancia de tener cerca a la familia o saber de los amigos, y que están a salvo, y ésto nos provoca mucho miedo. Pero después nos asaltan otras dudas como si podrás pagar la hipoteca, si volverás al trabajo, si podrás pagar las facturas y gastos de tu pequeño negocio, si tendrás en la cuenta para el abono de la luz, el agua o el teléfono, y esas cosas también son muy importantes, y te causan mucha ansiedad no tener una respuesta satisfactoria. 
Los gobiernos, economistas y empresas nos animarán al consumo para crear riqueza y nosotros, como obedientes ciudadanos, le haremos caso y volveremos de nuevo a nuestras actividades habituales, como siempre. Vamos a divertirnos, ¿cómo? gastando en nuevas ropas, paseando por las grandes superficies, toda la familia a los parques temáticos, boda opulentas, comuniones por todo lo alto, viajes a Punta Cana o un crucero al  Egeo, o coger el coche para ir al gimnasio. En fin, vamos a ayudar a la economía y crear puestos de trabajo para recuperarnos pronto y volver a la normalidad. Para favorecer la recuperación los gobiernos de EEUU, China, Rusia, India,  Australia o Andalucía dejaran de cumplir los acuerdos para mitigar el medio ambiente y serán mucho más permisivos con las empresas contaminantes. 
Mientras tanto la temperatura de los océanos seguirá aumentando, el nivel de CO2 en la atmósfera, el óxido de nitrógeno en las ciudades, las bolsa en el mar, las botellas de plástico en los ríos, pesticidas y residuos industriales en los acuíferos, quemamos bosques para criar vacas para que podamos comer muchas hamburguesa, ..., sin olvidar la escasez de energías y recursos minerales,  y este camino de retorno a la normalidad nos llevará a un final mucho peor, el colapso de nuestras civilización
Y nos contarán que usando pajitas hechas de bambú, vasos y platos "ecológicos" de cartón, cambiando el coche por un híbridos,  pedir bolsas de papel, alguna camiseta hecha  con materiales reciclados, comer hamburguesa vegetales, tirando nuestros botes de plástico al contenedor, defendiendo a nuestras mascotas, firmar una que otra petición en defensa de los tigres de Bengala,  es suficiente, que somos buenos ciudadanos y personas responsables. Y nosotros seguiremos manteniendo nuestra normalidad con la conciencia tranquila puesto que no depende de nosotros, que ya hacemos lo suficiente.
Este camino no nos llevará muy lejos, ya la tierra nos ha dado avisos y pronto no tendrá espacios seguros para nosotros y a muchas especies más. 

2. Volver a otra normalidad, la escasez
La gran crisis económica, que va a llegar como un tsunami después de un terremoto, que se llevará por delante millones de empleos, ciento de miles de autónomos y pequeñas empresas y la caída de ventas y producción de grandes empresas y seguro que también afectará al sistema financiero y energético.
Quizás en un par de meses la mayoría de las empresas solo han recolocado a tres cuartas partes de los empleados por falta de pedidos, la mitad de los hoteles no han vuelto a abrir por falta de reservas, los alemanes, ingleses, japoneses o no salen este año de vacaciones o van a sitios más cercanos. Las cifras de paro habrán llegado a más de cuatro millones de personas en España, a decenas de millones en Europa y a centenares en el Mundo y las ayudas que había prometido el gobierno para empresas, autónomos y trabajadores se agotaron ya hace un tiempo, no han llegado y no  llegarán nunca. Habremos llegado a la "nueva normalidad", que se parecerá más a la de 2013, pero aún peor, como una recaída de la enfermedad. La escasez.
Se puede generar una sociedad muy similar a las que actualmente existen en muchos países de Sudamérica, Africa y Asia, con una gran mayoría de ciudadanos con trabajos mal remunerados o sin empleo, una minoría privilegiada dedicada a la administración, gestión de las empresa, intermediación y fuerzas de seguridad y una élite propietaria de los medios de producción, información o internet y que ejercen el poder.
Para evitar los conflictos sociales se adoptaran algunas medidas, marihuana legal, ocio barato, una pequeña ayuda a los más desfavorecidos y un reforzamiento de las fuerzas de seguridad para poder mantener la "paz social", o sea una dictadura encubierta.
Tendríamos un mundo en decrecimiento rápido debido a que la mayoría de la gente tendrá un menor capacidad económica para consumir o viajar, se habrá disminuido las emisiones de CO2, los residuos y la destrucción de los bosques, aunque los efectos del cambio climático (inundaciones, sequías, falta de alimentos, temperaturas extremas, elevación del nivel del mar, incremento de las pandemias, ...) seguirán durante muchos años más e irán esquilmando a la población en varias generaciones.
Los medios de control de la población serán empleados para evitar revueltas, calmar ánimos, manipular y controlar el número de individuos necesarios para mantener la producción. 

3. Cambiar la normalidad, decrecer
Y aquí mi reflexión, si la menor actividad humana hace que se note un poco de mejora en el medio ambiente, ¿porqué no seguir con una baja actividad?
Hemos aprendido que las cosas importantes en nuestras vidas son pocas, salud, afecto, un lugar digno donde vivir, agua potable, aire respirable, alimentación sana, educación, un sistema sanitario básico, asegurar el cuidado en la infancia y la vejez, y un poco de ocio en la familia y comunidad. Eso se puede tener, de hecho así se vivía en nuestra tierra hace 50 o 60 años, sólo que con peores sistemas sanitarios, de educación y libertad, pero la felicidad no tiene que ver con las posesiones. 
En adelante lo podemos hacer según la propuesta 1, seguir adelante hasta que la tierra nos diga basta y el colapso destruya la civilización (Mad Max), o como la propuesta 2 en que el decrecimiento se hace controlado por unas élites creando un mundo muy injusto (Edad Media), o de forma ordenada y consensuada entre todos y siguiendo una serie de paso y proceso en el tiempo:
NO HAY CRECIMIENTO SOSTENIBLE
Y ¿cómo empezamos el proceso? Como la mayoría ya sabemos, sólo que poniéndolo en practica desde ahora.
 - Evitar envases de un solo uso, de plástico u otro material, aluminio, papel, cartón, etc.
 - No tomar el coche en trayectos cortos o dentro de los pueblos o barrio. Usar más la bicicleta o ir andando.
 - Comprar en pequeños comercios productos alimentarios de procedencia lo más cercana posible. También en textil, calzado, complementos o repuestos. 
 -  Reducir el consumo de alimentos precocinados y elaborarlo en casa con productos frescos, legumbres, verduras, a ser posible de cultivos ecológicos o biológicos, y un poco de carne o pescado.
 - Evitar en lo posible los envases, y apoyar con nuestras compras los comercios que vendan productos a granen en nuestros propios envases reutilizados.
 - Utilizar los transportes públicos en grandes ciudades y para viajes de media o larga distancia. Evitar hacer uso de vuelos eligiendo vacaciones en lugares más cercanos.
 - El consumo de sólo lo necesario para el abrigo e higiene
 - Reutilizar y reparar ropas, calzado, muebles, electodomésticos, ...
En resumen reducir el consumo para reducir la energía consumida y por tanto la contaminación.

Y desde ya empezar el nuevo proceso que tenemos que exigir a nuestros gobernantes:


- Eliminación de las fuentes de energía contaminantes antes del 2030, mientras seguir incrementando las energías renovables sobre todo en viviendas, comunidades y pequeñas poblaciones.

- Abandono de poblaciones en zonas amenazadas como riberas, lagos o playas.
- Relocalización de la industria/artesanía necesaria solo para producir bienes de primera necesidad (ropas, muebles, calzado, herramientas, menaje, medicamentos, libros, ..) y que necesiten poca energía para su funcionamiento. Volver a fabricar maquinaria y útiles de accionamiento manual.
- Eliminación progresiva del comercio internacional de larga distancia, sobre todo porque no hay barcos ni aviones que  funcionen con energías renovables.
- Diversificación de la producción agrícola y ganadera intensiva/industrial que irá abandonando progresivamente los productos químicos (en gran parte procedentes del petróleo) y que necesiten poca agua y energía para el proceso, más en un país semi-desértico como el nuestro, y que cada vez dispondrá de menos agua, volviendo a métodos tradicionales, extensivos y biológicos como fuente de alimentación para toda la población y no como fuente de riqueza y desigualdad. Por tanto vuelta a poblar las zonas rurales y abandono de las grandes urbes.
- Un sistema de seguridad, sanitario, educativo y de cuidado de los mayores al servicio de la comunidad y gratuito.
- Para combatir el desempleo de una economía capitalista, generar un sistema laboral con menos horas de trabajo productivo, solo las suficientes para disponer de los recursos necesarios, sin obligación de producir muchos excedentes, solo los necesarios como seguridad para el abastecimiento en momentos de crisis o sequía y comercio de intercambio de bienes.
 Comercio con comunidades cercanas, evitando los transportes de mercancías a puntos lejanos
- Fin progresivo del turismo de masas, a sustituir por viajes cercanos y esporádicos.
- Eliminación de fabricación de todos los productos consuman o provenientes de energías fósiles,  de un solo uso o contaminantes (envases, fertilizantes, pinturas, plaguicidas, etc.)
- Bajada progresiva y voluntaria del número de habitantes del planeta que puedan ser sostenible por los ecosistemas
- Dejar que ecosistemas se regulen solos sin intervención humana, con protección de todos los elementos naturales con un bien que hay que conservar para su vida compartida con el resto de las especies.
Sería, en efecto, una vuelta al periodo preindustrial, allá por inicios del siglo XIX (La población a principio del siglo era de 1000 millones y  al final de 1600 millones, en tan solo un siglo se ha multiplicado por más de 4)

El cambio de paradigma tiene que estar basado en nuevos principios:


- Adaptación de los grupos humanos a la naturaleza

- Igualdad entre personas
- Respeto al resto de las especies
- Cooperación y colaboración entre personas y comunidades
- Comunidad como agrupación básica de convivencia y gestión
- Compartir en una sociedad justa
- Resiliencia

La cuestión es ¿estamos dispuestos ha realizar estos cambios? o ¿dejaremos una de las dos primeras opciones para nuestros hijos?



ESPERANZA

Cuando la tormenta pase
y se amansen los caminos,
y seamos sobrevivientes
de un naufragio colectivo.
Con el corazón lloroso
y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos
tan sólo por estar vivos.
Y le daremos un abrazo
al primer desconocido
y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.
Y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.
Y no tendremos envidia
pues todos habrán sufrido.
Y no tendremos desidia
Seremos más compasivos.
Valdrá más lo que es de todos,
que lo jamás conseguido.
Seremos más generosos,
y mucho más comprometidos.
Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos.
Sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.
Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado.
Y quizás el viejo pobre
era tu Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre
porque estabas apurado.
Y todo será un milagro
y todo será un legado.
Y se respetará la vida,
la vida que hemos ganado.
Cuando la tormenta pase
te pido Dios, apenado,
que nos devuelvas mejores,
como nos habías soñado.

        Alexis Valdés, marzo 2020


Comentarios

  1. Buenas tardes, me ha gustado mucho leer esto, pero lamentablemente creo que todo seguirá igual... sólo cambiaremos cuando nos obligue el planeta.
    Yo soy de esas personas raras que va a comprar con tuppers, que compró una casa vieja del centro del pueblo sólo por poder hacer un huerto en el patio, que tiene gallinas como mascotas, que se gasta 2000€ en rehabilitar un pozo, que va a todos sitios andando, que guarda semillas desde hace años y vuelve a cogerlas para plantar al año siguiente...
    Y por hacer todo esto tengo que dar explicaciones constantemente, mi marido y yo es que somos muy raros, por lo visto...
    Así que como ya he dicho, creo que volveremos al comportamiento de antes.
    A la gente le gusta que los manejen, no pensar, no tomar desiciones. Obedecer. Así no se tiene la culpa de nada, es otro el que se equivoca.

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