
!!!Reciclaje a mí, recicla tú ¡¡¡
Todos los días escuchamos hablar de RECICLAJE o comentamos en nuestros grupos o RRSS del tema, recibimos muchos post que lo comentan desde muchos puntos de vista, como consumidores, como ciudadanos preocupados, como empresas del sector o comerciantes. Y son tan variados y a veces tan contradictorios que nos provocan ideas enfrentadas, incluso llegar a la conclusión que no vale la pena separar nuestros residuos.
Todos nos consideramos buenos ciudadanos porque separamos nuestros residuos domésticos o en nuestras empresas, muchos con gran esfuerzo, muchas dudas de si lo hacemos correctamente, bastante cabreo con el vecino que lo tira todo al contenedor de orgánico, en fin, lo mejor que podemos y con conciencia cívica, porque lo consideramos nuestra obligación. Así que separamos nuestras botellas de vidrio, tetrabrick, bolsas, botes y botellas de plástico, cartones, papeles y demás tipo de envases, posiblemente miles al año.
Creemos que lo estamos haciendo bien, contestamos que sí. Entonces nos podríamos cuestionar ¿y si tuviéramos que llevar muchos menos de estos residuos, no sería mejor?
Para fabricar una camiseta de algodón se han gastado 1000 litros de agua y emitido 4 kg de CO2 a la atmósfera.
Huella de carbono o emisión de CO2 en la fabricación de:
Tetra brick .................. 66 gr.
Botella plástico 2L ...... 500 gr.
Lata de aluminio ........ 150 gr.
Botella vidrio cerveza . 350 gr.
Siempre que hablamos de residuos domésticos lo dejamos en una sola R (reciclaje) a la que la mayoría nos comprometemos, mientras nos olvidamos de las otras tres R, que son mucho más importantes para reducir la última de ellas.
Reducir → Reparar → Reutilizar → Reciclar
Reducir: Es la más importante, puesto que supone no tener residuos. Si te preguntas antes de comprar: ¿necesito este producto? y la respuesta es no, pues no lo compres. Tenemos demasiadas cosas en casa, gran parte de ellas que nunca usamos -ropa, utensilios, regalos, pequeños electrodomésticos, cosmética, adornos, etc.-
El bombardeo del marketing nos lleva al consumismo (consumo en exceso de productos que realmente no necesitamos), aprovechando las rebajas para comprar montones de prendas que después se cuelgan en un armario y te la pones dos veces o tres, y tiras a la basura otro montón de prendas que casi sin usar "ya no se lleva". O te dejas aconsejar por Ikea y llenas tu casa de armario para guardar la infinidad de cosas innecesarias de las que dispones. Regalamos en cumpleaños o navidades infinidad de "tonterías" inútiles que acaban en un cajón o directamente en el contenedor.
El agua de la red municipal es perfectamente apta para el consumo, y si quieres te pones por muy poco precio un sistema de ósmosis inversa bajo el fregadero y tendrás un agua de alta calidad para consumir y dejar de llevar muchas botellas de plástico que después envías a reciclar con un importante coste medioambiental.

Reparar: Solo reparamos el automóvil y los grandes electrodomésticos, el resto prácticamente los desechamos en cuanto sufre el menor avería o desperfecto. Muchas de las cosas que tenemos no permiten reparación, por su coste, dificultad de encontrar repuestos o falta de profesionales que lo puedan realizar, en fín se han fabricado con el concepto de "usar por un tiempo limitado y tirar". Y casi todo está fabricado con obsolescencia programada, o sea, para que falle alguno de sus componentes después de un determinado tiempo de uso. Cada vez hay más personas que se dedican a la reparación de prendas de vestir, vuelven los zapateros, las costureras, siguen existiendo los talleres de reparación de electrodoméstico. En todos los casos si en vez de comprar tres prendas o zapatos de bajo coste solo compramos uno de buena calidad, los usaremos mucho más tiempo y lo podremos reparar, al final se alarga la vida de los productos y evitamos contaminación.
FICHAS EDUCACION AMBIENTAL NIÑOS
Reutilizar: Es darle nuevos usos a las cosas. En el caso de alimentación, volver a utilizar los envases de plástico en que nos entregan carnes, embutidos o pescados, llevándolo de nuevo a la tienda para que nos lo sirvan allí. A cada envase le podemos dar infinidad de usos. En algunas ciudades ya se han establecido tiendas de venta a granel de productos de limpieza, donde puedes llevar tu propio envase para ser rellenado, igualmente con frutos secos, legumbres, harinas, etc., eso también será posible pronto en pequeñas localidades, en cuanto hayamos suficientes familias que lo demandemos. Evitar la bolsas de un solo uso que nos ofrecen los comercios y utilizar otras de tela, rafia u otro material que podemos usar muchas veces.
Producir una botella de vidrio para vino supone la emisión de unos 350gr de CO2, y si la botella es reciclada unos 260gr de CO2, pero si la botella vacía es recogida en la tienda y llevada de nuevo a la fabrica para su carga, sólo emitiremos 20gr de CO2, la diferencia es evidente. Recoger las cervezas o agua en cajas es posible en almacenes de bebidas, aún no en los comercios, hasta que nosotros demandemos que no queremos seguir tirando las botellas al contenedor, sino adquirir otras que se reutilicen.
Reciclar: Solo el resto de los productos que ya no usamos, una vez separado -y no siempre es fácil de saber que si y que no, o donde- los depositamos en los contenedores correspondientes o los llevamos al punto limpio (aceites vegetales, pilas, lámparas, electrodomésticos, muebles, restos de poda, otros plásticos, maderas, etc.) y no lo dejamos junto a los contenedores de orgánico como tantas veces vemos.
Quiero acabar contando mi experiencia personal. En mi infancia en este pequeño pueblo de Campillos no teníamos servicio de recogida de basuras, casi no se producían restos de orgánico, todo se aprovechaba y los restos de vegetales a los animales que se criaban en las casas. Todo se reparaba desde zapatos, medias, abrigos, bicicletas, paraguas, herramientas o muebles. Nada se tiraba, con las latas de conservas o embutidos se fabricaban macetas o chupahumos. No existían supermercados, íbamos a comprar con la lechera, la botella para el vinagre, la botella para el vino, o la de la Casera de vidrio para recoger una llena, te servían en papel a granel los cereales, harina, legumbres, tocino, embutidos,, en fín, no teníamos casi nada que tirar a la basura. Las bicicletas la heredamos de los hermanos mayores o primos, sabíamos repararlas nosotros mismos, incluso nos fabricábamos nuestros propios juguetes, patinetas, flechas, tirachinos, bambas, trompos, aros, o con cualquier cosa, un trozo de losa o varilla de hierro, una chafla o un jincote para jugar en la plaza o la calle. Y te puedo asegurar que eramos tan felices o más que los niños actuales, y ninguno temíamos traumas por no tener tantas cosas inútiles como regalamos a nuestros niños.
Comentarios
Publicar un comentario