COLAPSO II. EL RESPONSABLE
El Capitalismo
El capitalismo es sistema económico único en casi todos los estados, comunidades y sociedades de nuestro planeta, y se imponte en todas las transacciones comerciales internacionales incluyendo a países democráticos, dictaduras, oligárquicos, incluso comunistas (China, Vietnam o Cuba).
El capitalismo nace en Europa después de la revolución científica (final del siglo XV), toma como base ideológica los postulados de Adam Smith en el siglo XVIII, llegando a su auge y definición en mitad de la revolución industrial (mitad siglo XIX) y conquistando el planeta después de la desaparición de la Unión Soviética evolucionando hacia el Neoliberalismo que nos ha llevado a la Globalización que ha extendido los efectos a todo el planeta.
El capitalismo se fundamenta en varios principios:
- La propiedad privada
- El libre comercio y competencia
- Obtención de beneficio
- Re-inversión de parte del beneficio
- El crecimiento
Y se apoya en Sistema financiero para realizar inversiones, obtiene beneficios por la transformación de materias primas con lo que paga los intereses y da dividendos a sus accionistas. Y sobre todo necesita siempre el crecimiento económico para obtener beneficios, parte lo re-invierte y sigue creciendo (en todos los informativos y discursos políticos siempre valoran muy positivamente el PIB positivo, que establece el crecimiento de la riqueza).
El capitalismo ha sido el artífice de un gran crecimiento de la riqueza por el desarrollo industrial, la agricultura y ganadería intensiva después de acabada la segunda guerra mundial. En este periodo de ausencia de guerras globales, abundancia, crecimiento y desarrollo tecnológico, se ha multiplicado la población de la tierra y han mejorado considerablemente las condiciones de vida de gran parte de la población.
El mayor poder adquisitivo global ha elevado otra de las "patas" del capitalismo: el consumismo: "el consumo desaforado de muchos productos innecesarios"
La obsesión del capitalismo por el crecimiento constante obliga a la búsqueda de nuevos yacimientos de materias primas, ya sean energéticos, minerales o vegetales. La superproducción para abastecer el consumismo requiere de mucha energía, el carbón, petroleo y gas, que supone casi el 90% de las que consumimos en la actualidad.
Evolución del coste de extracción de cobre, en 10 años se ha multiplicado por 2,5. Igual está ocurriendo con otros metales.
El crecimiento que exige el capitalismo está esquilmando los yacimientos de minerales más necesarios para la industria y el transporte, de modo que cada vez se requieren más esfuerzo y energía para su extracción. Igual ocurre con los combustibles que nos abastecen de energía para el transporte, la industria y zonas residenciales.
A pesar de la ingente capacidad de producción de riqueza del capitalismo, su reparto ha estado muy desequilibrado en el mundo, donde algunos países son muy ricos (los que disponen de yacimientos petrolíferos, industrias, tecnología y medios financieros, además de importante maquinaria de guerra) y otros muchos muy pobres (aunque disponen de gran parte de los yacimientos minerales y capacidad de producción agrícola) que se han ido incorporando como mano de obra barata para la producción de artículos destinados a consumo de los países ricos.
Pero también dentro de los países ricos el reparto de los beneficios del capitalismo también ha sido muy desequilibrado. En los años 50 hasta 2007 se generó una importante "clase media" en los países occidentales que actualmente se está viendo esquilmada, casi al borde de la desaparición por la deslocalización de la industria, la robotización de las fábricas, la mecanización de la agricultura o la automatización de la ganadería. Quedando relegados al desempleo o trabajos precarios con mucho menos salario. Mientras que cada vez crece el número de ricos en todo el mundo.
La disminución de la clase media en los países ricos está siendo compensada por el acceso de muchos trabajadores en los países pobres a mejores salarios, con lo que el consumismo global se mantiene y también las expectativas de crecimiento, sangre del capitalismo.
El capitalismo no es una ideología política, sino económica que tiene unas importantes transcendencias en social, mucho más que la política. Casi todos los partidos políticos han abrazado al capitalismo, desde los ultraliberales, conservadores, democratas-cristianos, socialdemócratas y socialistas, incluso diría que muchos partidos comunistas han vivido en el capitalismo y lo han tomado como modelo económico.
A pesar de la ingente capacidad de producción de riqueza del capitalismo, su reparto ha estado muy desequilibrado en el mundo, donde algunos países son muy ricos (los que disponen de yacimientos petrolíferos, industrias, tecnología y medios financieros, además de importante maquinaria de guerra) y otros muchos muy pobres (aunque disponen de gran parte de los yacimientos minerales y capacidad de producción agrícola) que se han ido incorporando como mano de obra barata para la producción de artículos destinados a consumo de los países ricos.
Pero también dentro de los países ricos el reparto de los beneficios del capitalismo también ha sido muy desequilibrado. En los años 50 hasta 2007 se generó una importante "clase media" en los países occidentales que actualmente se está viendo esquilmada, casi al borde de la desaparición por la deslocalización de la industria, la robotización de las fábricas, la mecanización de la agricultura o la automatización de la ganadería. Quedando relegados al desempleo o trabajos precarios con mucho menos salario. Mientras que cada vez crece el número de ricos en todo el mundo.
La disminución de la clase media en los países ricos está siendo compensada por el acceso de muchos trabajadores en los países pobres a mejores salarios, con lo que el consumismo global se mantiene y también las expectativas de crecimiento, sangre del capitalismo.
El capitalismo no es una ideología política, sino económica que tiene unas importantes transcendencias en social, mucho más que la política. Casi todos los partidos políticos han abrazado al capitalismo, desde los ultraliberales, conservadores, democratas-cristianos, socialdemócratas y socialistas, incluso diría que muchos partidos comunistas han vivido en el capitalismo y lo han tomado como modelo económico.
Los creyentes del capitalismo siguen con fe inquebrantable sus dictados convencidos que el crecimiento es posible y necesario, y que la tecnología será capaz de superar todas las barreras que nos ponga la naturaleza y las posibilidades del planeta tierra.
No parece existir otro sistema económico global que pueda sustituir al capitalismo, máxime en una economía globalizada que no permite otro tipo de reglas de juego.
Mi opinión personal
El mundo actual es un tren a toda velocidad cuyos pasajeros de primera beben y bailan alegremente en los primeros vagones, los ocupantes los coches intermedios están hacinados e intentan entrar en los de primera, pero un guardia se lo impide, y en los vagones de cola viajan un gran grupo continuamente peleándose entre ellos y separados por una puerta blindada del resto del convoy. El revisor de primera, perfectamente uniformado, pasa continuamente para recoger los billetes de los pasajeros que le pagan sin rechistar. El de segunda pasa armado buscando a los viajeros escondidos para obligarles a su desembolso. En los últimos coches nunca existió un revisor, de todos modos no tienen para pagar sus billete. Entre la locomotora y los coches de primera hay un vagón blindado al que no pueden acceder el resto de los pasajeros, excepto el revisor de primera y al maquinista del tren al que invitan continuamente a sus fiestas y pagan sus caprichos. Con decoración muy exuberante viajan muy pocos pasajeros, servidos por camareros y con su propia orquesta, se come y bebe los mejores manjares. El maquinista, de fiesta en el primer vagón, no se percata que la velocidad del tren es cada vez mayor, va en descenso y la vía acaba en el puente sobre el gran barranco que aún no se ha construido.
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