"La mayoría de los coches pronto serán eléctricos". Esta frase la estamos escuchado continuamente en los medios de comunicación, y muchos de nosotros hemos pensado en la ventajas e inconvenientes de comprar un coche eléctrico, el futuro ya está aquí. "El coche eléctrico es ecológico, económico y eficiente" (eee)
¿Será así en un futuro próximo? ¿o lejano?.
La industria automovilística está invirtiendo mucho en nuevos vehículos híbridos o totalmente eléctricos con modelos en casi todas las marcas, aunque Toyota siempre lleva ventaja. Hace pocos meses solo se hablaba del nuevo vehículo de Tesla o sin conductor de Apple, siempre con la marca "coche del futuro".
Muchos países ya han aprobado legislación para prohibir la venta de vehículos diésel y también gasolina en los próximos años (Noruega y Holanda prohibirán la venta de vehículos con motor de combustión para 2025). La UE ya ha puesto fecha a su comercialización. Ciudades como París se restringe la circulación de vehículos diésel, Madrid, Barcelona o Berlín estudian normas para prohibir la circulación de coches a combustión por las zonas céntricas. Todos estos movimientos tienen que ver con la contaminación en las grandes ciudades, donde el coche privado es uno de los principales causantes, sobre todo con la emisión de óxido de nitrógeno que tiene altos riesgos para la salud.
Estas mismas ciudades están dando facilidades a los vehículos privados eléctricos para circular por todas la calles sin limitación, para aparcar, instalar más puntos de recarga, o a empresas de alquiler para aumentar su flota disponible.
Con todas estas bendiciones parece que todos tendremos que cambiar pronto nuestro viejo vehículo contaminante por esta maravilla ecológica.
Los fabricantes de automóviles se han volcado en presentar nuevos modelos publicitando por todos los medios de comunicación, y estos nos cuentan las bondades de estos nuevos objetos de deseo de todo buen ciudadano.
La cuestión es si todos podremos disponer de un vehículo privado eléctrico, dos por familia, al menos. Pues veamos lo que no se dice:
- Los coches eléctricos no contaminan por donde circulan, pero se nutren de energía eléctrica para recargar sus baterías, y la que nos viene por la red, por ejemplo, de Endesa, contamina con la emisión a la atmósfera de 390 gr. de CO2 por cada KWH que usamos producidos en las centrales de carbón, fuel-óil o gas.
- La energía de los coches eléctricos se almacenan en sus baterías que están fabricadas con litio, el nuevo oro blanco. "Para producir 500.000 vehículos al año, básicamente necesitamos absorber toda la producción de litio del mundo", dijo a los medios Elon Musk, autos Tesla". No hay reservas de litio para fabricar ni una mínima parte de vehículos eléctricos en sustitución de los de combustión, más de 1.200.000.000 de vehículos en la actualidad y creciendo continuamente.
- La producción eléctrica actual, que nos serviría de fuente para la recarga de baterías, como hemos dicho está esencialmente producida por carbón, fuel-oil, gas natural, nuclear y en menor media por renovables. Elementos que están contribuyendo esencialmente al cambio climático y se están agotando (el pico del petróleo fácil de obtener se dio en el año 2008, el de gas natural se prevé para el 2020 y las nucleares se cerraran poco a poco por peligrosas, contaminantes y falta de uranio) de modo que seguimos dependiendo de los mismos combustibles fósiles. Pero se nos dice que la electricidad la obtendremos de energías renovables, que no nos preocupemos. Seguramente tendremos que llenar todos los campos de placas solares y aerogeneradores para nuestros autos ecológicos. Esto no parece muy viable.
Con estas consideraciones está claro que no podremos creer que todos dispondremos de un vehículo privado eléctrico, así que nuestros gobernantes tienen que ir pensando en medidas para asegurar la movilidad de las personas:
- Aumento de los transportes púbicos: cercanías, metro, autobuses eléctricos
- Facilitar la circulación a pie o bicicleta (zonas céntricas peatonalizadas, grandes calles solo bici, ...) zonas de aparcamientos para bicis en colegios, zonas comerciales o administrativas.
- Cada vez más empresas privadas podrán a disposición de la gente vehículos eléctricos de alquiler, muchos más baratos para los bolsillos de los usuarios (un vehículo actual privado está más del 90% del tiempo parado, cuesta más de 1000€ anuales sin moverse)
- Establecer redes de puntos de recarga de vehículos públicos y privados de alquiler mediante energías renovables, como eólica o fotovoltáica.
Como conclusión solo decir que está bien cambiar el coche diésel o gasolina por eléctrico, pero tenemos que ir pensando en soluciones a medio plazo para todos, y pasa por luchar contra el cambio climático, prever el agotamiento de los combustibles fósiles y de las reservas de materias primas, dando preferencia al bien común, o sea lo público que beneficia a todos y no solamente a quien disponga de medios económicos para mantener un estatus preferencial.
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