El Informe Pisa que evalúa algunos aspectos de la educación de los países miembros de la OCDE, como hasta ahora, sigue generando polémica, y este año a muchos sorprende la diferencia entre regiones de España, y todos nos preguntamos ¿qué pasa con la educación en Andalucía para estar los últimos en el nivel de estudiantes de 15 años? Y yo también me pregunto ¿cómo se puntúa tan mal a los alumnos andaluces?, después de treinta y cinco años de gobierno socialista, cuya preferencia es la educación, la sanidad y el bienestar social.
Estos días un alto miembro del gobierno andaluz lo ha dejado muy claro: el problema es "los
alumnos tienen el menor número de libros en el hogar, cuyos padres presentan un nivel educativo y un nivel de ocupación bajos, así como peores recursos en el hogar".
alumnos tienen el menor número de libros en el hogar, cuyos padres presentan un nivel educativo y un nivel de ocupación bajos, así como peores recursos en el hogar".
O sea los estudiantes andaluces van mal por culpa de sus padres y madres que son unos incultos y no tienen trabajo. Los padres y madres de los niños de 15 años tienen ahora 40 o 45 años y se han educado y trabajado desde que gobierna este partido en Andalucía, así que parece que los hijos de sus hijos también tendrán malos resultados académicos.

Pero no es solo Pisa, es también el nivel de abandono escolar, también somos los últimos en esto, bueno, más bien los primeros por desgracia.
Quizás lo que más me sorprende de todo es la falta de análisis y autocrítica por parte de los responsables en Andalucía y en general en todos los estamentos de este país.
Recuerdo una de las primeras veces que fui como representante de las madres y padres de alumnos al Consejo Escolar de un Instituto, y después de ver las notas de los cursos 3º y 4º de la ESO se me cayeron "los palos del sombrajo", como se dice por estos pueblos. Eran tan desalentadoras que se me ocurrió decir que eso suponía "un fracaso del sistema educativo", que tuvo una reacción inmediata de la dirección que "nada de eso que es que los alumnos no quieren estudiar". Seguí con mi exposición de que "si era un fracaso de todos: padres y madres, profesores, administración educativa y alumnos, todos" a lo que todos los profesores se sintieron atacados y reaccionaron en conjunto contra mis locas insinuaciones. La culpa es de los alumnos y los padres, bueno, parece que mucho no ha cambiado el análisis del problema. Y así seguimos y seguiremos.
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