Cuando leí esta noticia "Felipe González, presidente del Gobierno entre 1982 y 1996, se ha sumado
a la lista de políticos que han dado el salto al mundo de la empresa.
Gas Natural Fenosa, anunció ayer la incorporación del político
socialista como consejero independiente..." me sorprendió bastante, y no dejó de suscitarme pensamientos divergentes.
Hoy en España en la que se está produciendo una gran guerra económica, nacional e internacional, las batallas enfrentan a los más desfavorecidos, y en este caso a casi todos nosotros, con los grandes oligopolios establecidos, principalmente el bancario y el energético, que no paran de usar todas sus armas para mantener sus privilegios económicos a base de estrujar con feroz insistencia a la población, familias y pequeñas empresas, haciéndonos la existencia cada vez más difícil, con sus prácticas abusivas, swaps, hipotecas basura, viviendas sobrevaloradas, préstamos con intereses desproporcionados, que están agotando nuestra economía familiar y los pocos recursos y ánimos que aún tienen las pequeñas empresas.
Pero si la gestión de los bancos ha sido nefasta para nuestra sociedad, la de las empresas energéticas no deja de ser un gran despropósito. Las empresas de carburante se enriquecen con precios pactados entre las grandes, no más que tres, sacando grandes beneficios a cargo de los consumidores y empresas más modestas. Y las eléctricas campando por sus respetos, con subidas espectaculares del precio del recibo, manteniendo e incrementando el déficit tarifario, con grandes beneficios cuando todos estamos en pérdidas o en la absoluta miseria. Y para tener esa posición de privilegio, existen por un lado los "asesores", entre los cuales y para mi vergüenza, está usted, señor González, además acompañado por el Sr, Aznar y otros muchos ex, de los cuales no esperaba nada, puesto que promulgan el "liberalismo más extremo" y por tanto la "ley de la selva" o lo que es lo mismo el mercado sin regulación, pero de usted que ilusionó a la gente de este país con un cambio social importante, que ahora defienda los intereses de oligopolios que se enfrentan en esta guerra soterrada a los ciudadanos, no lo esperaba. No creo que usted se sienta muy orgulloso de ello, pero seguro que su cuenta bancaria repleta le anestesia su conciencia.
Para más inri, el que debía ser arbitro y garante de los derechos y calidad de vida de los ciudadanos y la protección de las pequeñas empresas, sustento de nuestra economía, el gobierno, no solo no arbitra (imponer reglas equitativas en el terreno de juego), sino que todas las normas y sanciones son contra los ciudadanos, manteniendo impune los intereses de su amigos políticos que esquilmaron los bancos o los lobbys como usted que defienden intereses contrarios a la población y que nos hunden cada vez más en la miseria económica y moral.
Espero que usted disfrute de su bien ganado sueldo sacado del abuso y estruje sobre sus conciudadanos.
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