Dejó claramente escrito: "cuando muera y antes de ser incinerado quiero escuchar maneras de vivir , Mercedes tu te ocuparás de ello ". escuchar Rosendo Los cristales del habitáculo en que posaba el ataúd, vibraban con virulencia por efecto de los altavoces colocados en el interior, una a cada lado del féretro. Los familiares y vecinos, escandalizados se quejaban de los gustos tan "estrambóticos" de Geraldo, pero todos sabían que su vida estaba llena de episodios calamitosos y vergonzantes. Mercedes, su hija, fue la encargada de llevar a cabo de último propósito de su padre, alertada por las señales de manos y gestos de su madre y acompañantes, disminuyó del volumen de la música en el dial junto al cristal, y volvió la calma a la sala de espera del tanatorio. Faltaban quince minutos para que el coche fúnebre llevase el féretro hasta el crematorio, cuando de pronto la voz de Rosendo sonó con gran estruendo quebrando y haciendo astilla el cristal que separab