Hoy me acostaré más preocupado que de costumbre, se ha producido una cadena de acontecimientos cuya resolución futura nos puede llevar a que los corruptos estén libres en la calle y los defensores de la ley apartados de esta. Como no puede ser de otra manera, el país se divide en dos bandos, los que creen las bondades el ex-juez Garzón, por sus actos anteriores de persecución de los "malos", entre otro a etarras, a traficantes de droga, mafiosos, militares asesinos, político corruptos, etc., lo que le ha granjeado fama de "justiciero" en todo el mundo, a pesar de estar siempre seguido por la polémica en el modo "poco ortodoxo" de los proceso. Otro grupo, entre los que se encuentran gran cantidad de "sus compañeros", amigos de los políticos corruptos, ideólogos trasnochadores, no le perdonan sus atrevimientos, sus coqueteos con la política, su imagen de juez-estrella, sus campañas "por los desamparados", descubrir "viejas heridas&